COMPROBÉ QUE DIOS SI JUEGA AJEDREZ.

"Nada trajimos, nada nos llevamos, nada perdemos"

Epitafio.

¿y si te digo que ya me senté a jugar Ajedrez con el? ¿y si te digo que aunque se que perderé la partida aún seguiré sentada mirándolo fijamente esperando a ver que pieza va a mover? ¿y si te digo que es inútil jugar contra él porque el sabe mis movimientos escaque por escaque aunque no lo haya divulgado?

Es una pelea constante; yo soy la mujer que entendió para que sirve estar sentada frente a él toda una vida peleando, diciéndole injusto, refunfuñando, revolcándome de la ira porque veo como cada vez mas se come mis piezas sin yo poder hacer nada al respecto.

Él para mi es un gran tirano, en mis ojos de ser humano me da rabia, me da ira lo que hace cuando juega ajedrez conmigo. Desbarata mi vida a su antojo y me da pequeños lapsos de felicidad. Me da rabia y me revuelco cuando me dice que solo estaba jugando conmigo para luego hacerme llorar. ¡Es un tirano! y muchas veces le grito ¡eres un tirano papá! como es posible que me engañes y me hagas reír y me hagas creer y me hagas decir y me hagas hablar sandeces y bla bla bla bla bla bla bla y cuando yo estoy en el nudo de decirle bla bla bla bla bla el ya ha hecho su jugada maestra para hacerme callar.

Tuve una conversación muy seria con él tras comerse a mi rey; le dije que porqué se había comido a mi rey, que eso era arbitrario, que eso no se podía hacer en el ajedrez, pero él solo se rió de mi, pasó de un estado de risa a silencio, suspiró y mirándome tiernamente me dijo que sin rey él podía dejar de herirme mas fácil. Me explicó que se cansó de herirme y de herirme para que yo me diera cuenta de lo que quería hacer en cada jugada. Le dije que jugáramos con reloj pero me dijo que no, que no quería sujetarse a mi tiempo. Yo le dije con rabia -¡ay ya ya ya ya yaaaaa por favor!- me tienes cansada con eso, yo necesito recuperar mi tiempo, mira que a tu tiempo y a tu paso por cada jugada he perdido ¡dos años de mi vida!. Se cruzó de brazos y me dijo -"para mi esos dos años han sido solo dos segundos vida mía"- ¿ah? ¿no ves? dos años en los que pude haber hecho mil cosas y bla bla bla bla bla bla bla bla y mientras le volvía a soltar mi sartal de prejuicios y alegatos volvió a hacer una nueva jugada. Ahora en mis flancos faltan mis alfiles, casi a todas mis piezas el les ha dado de baja. Bueno Padre ¿y ahora que carajos hago? si ya solo me queda un caballo, una torre y unos peones ¿que vas a hacer? se cruzó de brazos, puso un gesto serio, muy serio y me dijo -"ahora toma ese caballo y corre lo que mas puedas en el, dejaré que esos peones se muevan a tu beneficio y como son unos pocos ya sabrás que esos son los que solo llegarán al final de esta partida contigo; a su debido momento te dejaré coronar con la torre, y cuando corones con esa torre yo daré mi estocada final"- me reiré de ti por haberme dicho tirano.

Entendí que jugar ajedrez con el no es fácil. Dejaré de decirle tirano cuando me demuestre lo contrario. Aunque no se porqué se ríe cuando le digo tirano, no se molesta, cuando le digo tirano el mas me ama y mas se ensaña conmigo jugando esta partida.

PANORAMA DE UNA IGLESIA SIN MACHOS II

"¿Hay un poder más arbitrario que el usado en nombre de un arbitrario Jesús para arbitrar lo que a Él ni le pasaría por la cabeza arbitrar?" Alcón, A.

Árbitros por todos lados afanados por arbitrar un juego que no existe, porque aquel juego que si se juega no llega a penetrarse en sus estructuras mentales, no llega. A esos árbitros les llega lo fácil, lo deslactosado y descremado, lo colado y licuado, hasta Cristo les llega así. Entonces piensan que Jesús fue un tipo que siempre buscaba agradar a todos, buscar la paz con todos, ser apacible con todos y evitar la controversia con todos, algo como un religioso contemporáneo que busca y procura su buen testimonio y la santidad que debe mostrar como buen seguidor de Cristo.

El olor fétido de sus sepulcros sale cuando se atreven a pitar a algún buen jugador conciente del juego, no les basta con detener la jugada maestra que se gesta entre aquellos que piensan a Dios, sino que también paralizan al jugador en shock por semejante pitada, quien no sabe responder la pregunta inconcebible, inexplicable e inaudita que el arbitro formula haciendo alarde de su posición; más que un pito y unas tarjetas de colores en sus bolsillos, creen tener la vara con que se miden los frutos, la vida espiritual, la relación individual con Dios...
Me pregunto de que escuela farisaica vienen, que harían si ven a un tipo raro, que hace milagros de forma extraña, que come con usureros, contrabandistas, homosexuales y prostitutas, andando con doce hombres atrás, con uno que suele abrazarle con fuerza a cada instante1, que duerme con ellos, que nunca se casó y que aparentemente jamás tuvo intensiones de hacerlo. Pienso que haría semejante árbitro si viviera en el tiempo de David, que probando amores le pareció más dulce y delicioso el amor de Jonatán 2 . Me imagino que osará llamarlos homosexuales, afeminados, los instará a guardar su testimonio y a pensar que es más importante empuñar el micrófono en el púlpito, que empuñar la mano de un amigo del mismo sexo. Pero si nos atrevemos a entrar en su cueva, si destapamos su sepulcro, entonces no salen solo olores, también salen voces y visiones de hombres que no saben nada de amor, ni de sexualidad ni sexo, o quizás sea eso de lo único que saben, para ellos no existe el termino medio, se sitúan en alguno de estos dos grupos.

Estos árbitros siempre están pitando, con una Biblia en la otra mano y la boca llena de idioteces, lanzan sus palabras llenas de fuego y azufre a la Sodoma que huelen fuera de sí, pero que esta por dentro de ellos mismos. Suelen escandalizarse por lo que ven fuera, simplemente por que es una replica de lo que tienen dentro. Me imagino el sonido inaudible del pito cuando entre un travesti a la iglesia, pero sobre todo el olor fétido que hará que estos seres humanos que también necesitan de Cristo salgan huyendo de aquel recinto, tal vez sea eso lo mejor que pueden hacer, no entrar o salir corriendo. Ahora que el sistema eclesial goza de la vara que lo mide todo, es hasta redúndate que además posea un sistema verificable e identificador de homosexuales dentro del Reino, el problema radica en que tal vara y tal sistema identificador no esta equilibrado, sólo responde a las desequilibradas mentes de quienes hacen uso de ellas.
El propósito divino actual de la iglesia de Jesucristo no es la conversión del mundo, sino el llamamiento a todos los que creerán en Cristo, a fin de que formen el cuerpo de Cristo que es la iglesia, en el cielo, la iglesia será por toda la eternidad la ilustración de lo que la gracia de Dios puede hacer 3. Bajo este orden de ideas, es posible afirmar, que la misión de la iglesia dista mucho de juzgar y condenar, pero se acerca más a abrazar, restaurar y presentar un evangelio inclusivo como el que Cristo presentó.
Los LGTB NO NECESITAN un árbitro arbitrario que no bastándole el mundo, les piten en la iglesia.
Los LGTB necesitan una iglesia con mano extendida dispuesta a restaurar y presentar un evangelio inclusivo como el que predicó Cristo, ese mismo evangelio.
Y nosotros NO NECESITAMOS enanos sicológicos y analfabetas emocionales que ven las demostraciones de afectos entre gente del mismo sexo como signos de homosexuales dentro de la iglesia; mucho menos necesitamos llenar requisitos de hombres para que nos monten en un púlpito.


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1. Juan pertenecía al llamado "Círculo Íntimo" de Jesús que estuvo con él en ocasiones especiales: en la resurrección de la hija de Jairo , en la transfiguración y en el huerto de Getsemaní. Juan es el único entre los apóstoles que estuvo junto a la cruz de Jesús (Jn. 19:26)
"Y uno de sus discípulos, al cual Jesús amaba, estaba recostado al lado de Jesús... El entonces recostado cerca del pecho de Jesús..." Juan 13: 23 y 25.
2. " Angustia tengo por ti, hermano mío Jonatán, que me fuiste muy dulce. Más maravilloso fue tu amor que el amor de las mujeres" 2 Samuel 1: 26
3. "para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús" Efesios 2: 7